Desde un punto de vista de negocios, los mercados de las personas con discapacidad son pequeños y especializados, esto los hace poco atractivos para invertir grandes cantidades de dinero. Sin la cantidad necesaria de recursos económicos es difícil automatizar y mejorar procesos para bajar costos dentro de una industria. Por esta razón las tecnologías de asistencia son muy similares desde hace décadas y las más modernas están fuera del alcance económico de la mayoría de personas con discapacidad.
Se puede decir que en comparación con otras tecnologías que avanzan a pasos agigantados, las tecnologías de asistencia se encuentran estancadas.
El CANLAB y el esfuerzo comunitario son alternativas para que las tecnologías de asistencia sigan evolucionando.